La alerta máxima se mantiene en la ribera del río Bogotá, que rompió un jarillón y volvió a inundar la Universidad de La Sabana. El centro educativo trabaja para cerrar el boquete. A las 8:30 de la noche del pasado jueves, el jarillón que protege el campus de la Universidad de La Sabana, en Chía, no resistió la presión del río Bogotá. Después de casi 7 días de creciente -estaba terminando-, el grueso muro de tierra cedió y se abrió un boquete de 20 metros, por el que han entrado unos 300.000 metros cúbicos de agua. Esta emergencia, la segunda que vive la institución en 24 días, disparó las alertas de las autoridades porque se espera un fin de semana pasado por agua, tanto en el páramo de Guacheneque, donde nace el río, como en la Sabana y en la capital del país. La oficina de Pronóstico del Ideam señala que la sabana de Bogotá deberá prepararse para resistir más agua hoy, mañana e, incluso, la próxima semana. Las lluvias se presentarán en las tardes y en las noches e