Dispuestos a bloquear vías se encuentran los habitantes de la vereda Rosales del municipio de Turmequé si las autoridades ambientales no atienden su llamado y detienen la explotación minera que se está realizando en la zona.
Desde el 2007 opera en la vereda la mina que en principio explotaba roca fosfórica y a la que la comunidad le atribuye en parte el derrumbe de aproximadamente tres kilómetros que afectó cinco viviendas y dejó sin techo a 20 personas durante la ola invernal del 2011.
“La gente reclamó, pero nadie les puso cuidado. Luego a los dueños de la mina les volvieron a dar permiso para explotar en donde sucedió la tragedia. Ahora 15 volquetas cargan cerca de 20 toneladas diarias y abrieron un hueco de 200 metros en la parte alta de la loma”, explica Heladio Moreno, coordinador del Comité Intermunicipal Contra la Minería.
La preocupación de los habitantes de nuevo está latente, pues aseguran que con las lluvias que se han registrado en la población temen que un nuevo derrumbe los ponga en emergencia.
“Los nacederos de agua se dañaron y las volquetas aplastan las líneas del agua. En este momento hay cuatro viviendas cerca a la mina que sufrirían las consecuencias”, dijo Estela Quintana, presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda. Ante los reclamos y dudas de la comunidad sobre los permisos que tiene la mina para funcionar, Corpochivor respondió que en el 2007 le fue otorgada la licencia ambiental a Jesús Zambrano, quien a su vez solicitó la cesión de derechos a la empresa Varichem que fue autorizada para explotar en el 2009. En esa misma fecha Varichem pidió a la Corporación la modificación de la licencia para explotar además de roca fosfórica, recebo y grava. Sin embargo, la empresa comenzó a explotar los otros dos materiales sin que Corpochivor les otorgara la licencia y estuvo haciéndolo desde el 2009 hasta el 2011. La Corporación hizo seguimiento y empezó el proceso sancionatorio por el que la empresa tuvo que pagar 55 millones de pesos. Sin embargo, en el 2011 se hizo la modificación que requerían para que pudieran explotar los tres materiales.
REDACCIÓN BOYACÁ 7 DÍAS
“Los nacederos de agua se dañaron y las volquetas aplastan las líneas del agua. En este momento hay cuatro viviendas cerca a la mina que sufrirían las consecuencias”, dijo Estela Quintana, presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda. Ante los reclamos y dudas de la comunidad sobre los permisos que tiene la mina para funcionar, Corpochivor respondió que en el 2007 le fue otorgada la licencia ambiental a Jesús Zambrano, quien a su vez solicitó la cesión de derechos a la empresa Varichem que fue autorizada para explotar en el 2009. En esa misma fecha Varichem pidió a la Corporación la modificación de la licencia para explotar además de roca fosfórica, recebo y grava. Sin embargo, la empresa comenzó a explotar los otros dos materiales sin que Corpochivor les otorgara la licencia y estuvo haciéndolo desde el 2009 hasta el 2011. La Corporación hizo seguimiento y empezó el proceso sancionatorio por el que la empresa tuvo que pagar 55 millones de pesos. Sin embargo, en el 2011 se hizo la modificación que requerían para que pudieran explotar los tres materiales.
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